Al promediar la 10:30 llegaron al departamento. El ruido que provocaron al ingresar puso en alerta a Fernando Gonzales y Jorge Cornejo, quienes procedieron a ocultarse en el interior de la habitación de la agraviada.
Sin presagiar lo que le iba a pasar, Elizabeth Vásquez ingresó a su cuarto y encendió la luz. En ese momento fue cogida por la espalda y el cuello por Fernando, mientras que el “Gordo” le sujetaba las piernas. Hubo forcejeos entre los tres, pero la pareja de su hija logró reducirla y callarla, tras darle puñetes en la cabeza.
Según lo narrado por Fernando ante el juzgado, tras hacer su ingreso a la habitación, “Elita” empezó a reclamarle a su progenitora por el dinero y le exigió revelar el número o que le entregue la llave de la caja fuerte, provocando la exaltación de la agraviada que le pidió explicaciones.
“Mamá no me importa, solamente dame el número”, habría expresado la joven según Fernando.
Tras este comentario, la desafortunada mujer se abalanzó hacia su hija, logrando agarrarle los brazos y arañarle el pecho. Incluso, tras producirse un forcejeo, le tiró patadas a la altura de las piernas, provocando que la acusada se exalte más, por lo que esta la jaló de los cabellos. Este hecho lo corrobora la empleada doméstica Huamán Chuquilín, cuando fue interrogada en el juzgado, donde señala que cuando iba a dormir escuchó ruidos, como gritos.
La participación de la joven no solo la corroboraron estas dos versiones, sino las lesiones que presentaba en el cuerpo cuando cuatro días después del asesinato de su madre pasó por el médico legista. Se le encontraron lesiones en las extremidades superiores (ambos en la cara posterior) e inferiores. Según el especialista, tendría una antigüedad entre 4 y 10 días, por la coloración verdosa que presentaban.
Fuente: http://todalahistoriaperuana.blogspot.pe/2017/09/asesinato-de-elizabeth-vasquez.html
Sin presagiar lo que le iba a pasar, Elizabeth Vásquez ingresó a su cuarto y encendió la luz. En ese momento fue cogida por la espalda y el cuello por Fernando, mientras que el “Gordo” le sujetaba las piernas. Hubo forcejeos entre los tres, pero la pareja de su hija logró reducirla y callarla, tras darle puñetes en la cabeza.
Según lo narrado por Fernando ante el juzgado, tras hacer su ingreso a la habitación, “Elita” empezó a reclamarle a su progenitora por el dinero y le exigió revelar el número o que le entregue la llave de la caja fuerte, provocando la exaltación de la agraviada que le pidió explicaciones.
“Mamá no me importa, solamente dame el número”, habría expresado la joven según Fernando.
Tras este comentario, la desafortunada mujer se abalanzó hacia su hija, logrando agarrarle los brazos y arañarle el pecho. Incluso, tras producirse un forcejeo, le tiró patadas a la altura de las piernas, provocando que la acusada se exalte más, por lo que esta la jaló de los cabellos. Este hecho lo corrobora la empleada doméstica Huamán Chuquilín, cuando fue interrogada en el juzgado, donde señala que cuando iba a dormir escuchó ruidos, como gritos.
La participación de la joven no solo la corroboraron estas dos versiones, sino las lesiones que presentaba en el cuerpo cuando cuatro días después del asesinato de su madre pasó por el médico legista. Se le encontraron lesiones en las extremidades superiores (ambos en la cara posterior) e inferiores. Según el especialista, tendría una antigüedad entre 4 y 10 días, por la coloración verdosa que presentaban.
Fuente: http://todalahistoriaperuana.blogspot.pe/2017/09/asesinato-de-elizabeth-vasquez.html
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